domingo, 18 de noviembre de 2012

Optimizando los procesos administrativos de la Oficina

Es común pensar que para el desarrollo de los esfuerzos de mejora en una empresa tengamos solamente que tocar a los procesos de manufactura o servicio y creer que sean sólo estos los que tienen que ser mejorados y olvidamos que también existen procesos en el campo del soporte administrativo y que estos también tienen un valor fundamental para el buen funcionamiento de las organizaciones.

Es fundamental conocer y comprender los conceptos y herramientas con las que se cuenta para crear procesos administrativos ágiles que nos permitan mejorar el desempeño general a través de mejoras significativas en los procesos claves relacionados con la administración. El pensamiento de La Oficina Ligera nos lleva a pensar en que debemos aligerar la carga no justificada y que tenemos que eliminar lo que sobra, los despilfarros, dedicándonos al incremento de la productividad y de resultados en los procesos administrativos, orientándonos a aquello que verdaderamente demanda el cliente o señala como objetivo la empresa.

Capacitarse mediante seminarios a fin de poder ver lo que no vemos es indispensable. La aplicación de Herramientas Lean que se utilizan mejora radicalmente el flujo de los procesos en la oficina, produciendo mejoras medibles inmediatas, como reducir costos, incrementar sustancialmente la eficiencia y mejorar la calidad, la oportunidad de entrega y la satisfacción del cliente interno y externo.

La oficina, el área física administrativa es un territorio fértil para aplicar las Herramientas Lean, reduciendo o eliminando actividades que no agregan valor y suprimiendo despilfarros que siempre encontramos en los procesos administrativos. Es necesario capacitarnos para poder identificar y dimensionar los procesos administrativos de la oficina, identificar las áreas de generación de valor y eliminar el desperdicio, rediseñar el flujo de valor para mejorar costos, servicio y calidad y mejorar la comunicación empresarial, la respuesta y el servicio al cliente.




domingo, 21 de octubre de 2012

El liderazgo y la supervisión

El primer nivel de la escala administrativa la ocupan los supervisores y estos son encargados, como parte vital del proceso administrativo, de la supervisión de personal.

Los supervisores, al igual que los gerentes, son administradores pues deben desarrollar actividades de manejo del negocio, aunque sabemos que su principal responsabilidad es hacer que las personas cooperen para cumplir las metas de la empresa.

La función de los supervisores dentro de la empresa es entonces la de hacer cumplir los objetivos y metas asignadas por la empresa mediante un trabajo técnico de supervisión.

Pero para ser un buen supervisor se debe mejorar la habilidad de dirección, supervisión y trabajo en equipo además de adquirir técnicas, métodos y herramientas de administración, supervisión y trabajo en equipo. También debe mejorar su comunicación, liderazgo y control del personal. 

Mejorar la productividad del personal a su cargo y desarrollar un uso óptimo de los recursos que le sean asignados.

Los efectos de la buena supervisión se sienten en la empresa y estos son producto de las actitudes que debe exhibir un buen supervisor el cual debe tener pleno conocimiento de sus funciones, de los métodos  y técnicas de supervisión, conocimiento de cómo lograr reuniones exitosas y saber cómo tratar a trabajadores problemáticos entre otras capacidades.